El Inter de Milan volvió a caer ayer en Verona al perder 1-2 contra el Chievo, un resultado que tambalea definitivamente la permanencia del técnico, Rafa Benítez, y que sitúa a los "neroazzurri" a nueve puntos del actual líder, el Milan.
El Inter no supo sobreponerse a un Chievo muy agresivo que abrió el marcador con un gol de Pellissier en el 29, que puede ser determinante para el futuro del técnico español.
Además, el Inter centró el foco de todas las miradas al protagonizar el momento más tenso de la jornada, cuando en el minuto 36 el delantero Samuel Eto'o propinó al defensa del Chievo, César, con un fuerte cabezazo en el pecho que le derribó.
Una acción que no fue vista por el árbitro, muy similar al episodio protagonizado por Zinedine Zidane, cuando golpeó a Materazzi en la final del Mundial de Alemania en 2006, y que quedó pendiente de juicio en las moviolas televisivas con posibilidades de sanción para el camerunés.
Rafa Benítez, técnico del Inter de Milán, dijo que el cabezazo de su jugador Samuel Eto'o a César, futbolista de Chievo, se produjo "al recibir una provocación".