Tres ex policías hispanos, acusados de encubrir a sus colegas y plantar pruebas falsas para exonerarlos de abusos y hasta de muertes, fueron sentenciados en Miami a 16 meses de cárcel y tres años de libertad condicional.
La sentencia emitida el martes, es la última de una serie de más de una decena de policías que en diversos operativos, entre 1995 y 1997, plantaron armas para justificar haber disparado contra presuntos delincuentes y, en dos casos, haberlos matado.