Primero hay que empezar por el torneo Pre Mundial de Colombia. Una vez dije aquí mismo, que era un torneo sin pie y sin cabeza... una farsa en donde asisten siete y clasifican seis. Fue una locura de la Confederación Panamericana de Béisbol (COPABE), pero no era la primera vez... en México en la Serie de Las Américas, clasificaban 10 de 11 al Torneo de Béisbol del Torneo de Béisbol de los Juegos Panamericanos.
Estados Unidos y Canadá dijeron que no iban por seguridad, y la COPABE se reúne y determina que el torneo va, con o sin los del norte y clasifican 6 de siete como estaba estipulado. Decía mi abuelita Petra que "el apuro trae cansancio", y eso fue lo que pasó.
COPABE decide que todo se mantiene y los gringos y canadienses quedan fuera del Mundial. Ahora vienen las presiones, torcedera de brazos y este sábado habrá otra reunión en donde se determinará si realizará otro torneo pre mundial para darle oportunidad a los del cono norte.
La COPABE que preside el panameño Eduardo De Bello debe amarrarse la correa. Ya no hay nada que discutir. Las reglas fueron aclaradas antes del Pre Mundial de Colombia y lo que se aprobó debe cumplirse.
No hay que tener una reunión para volver a hablar del caso... si la Federación Internacional hace presiones para que Estados Unidos y Canadá vayan al mundial... debe ser un aspecto aparte. Si la IBAF quiere a Canadá y a Estados Unidos entonces que espere al próximo mundial, pues el de Holanda ya tiene a sus invitados por América.
Es una falta de respeto lo de la IBAF o cualquier otro ente que esté presionando para hacer ingresar a los norteamericanos. El Torneo de Colombia fue un torneo absurdo y ahora tenemos las consecuencias.
Colombia fue una falla, fue un torneo ridículo, pero fue lo que se aprobó y debe mantenerse hasta el fin. La dirigencia de América, dijo que se iban al Pre Mundial sin los gringos y canadienses, y que seguían su curso. Cuba ha dicho que no va al Mundial si los gringos y canadienses tienen otra opción de clasificarse. El sábado sabremos del resultado de una reunión innecesaria que no debió ni siquiera programarse. ¡Viva el béisbol!