EDITORIAL
Hospital Santo Tomás
Las nuevas instalaciones del Hospital Santo Tomás fueron inauguradas ayer.
Los trabajos costaron 60 millones de balboas y constituye una de las principales obras ejecutadas por el actual gobierno.
El gran "Elefante Blanco", que el presidente Belisario Porras inauguró el 1 de septiembre de 1924, tiene ahora un rostro moderno que nada tiene que envidiar a los hospitales privados.
El llamado hospital del pueblo ha superado los tiempos de abandono que se notaba en la década pasada. Ahora corresponde al personal médico y administrativos, así como a los usuarios cuidar esas instalaciones para conservarlas adecuadamente.
Los tiempos han cambiado notablemente. Cuando Porras emprendió la tarea de dotar a la ciudad de Panamá de un hospital moderno, el costo fue algo mayor a los tres millones de balboas.
Ahora la inversión ha sido 20 veces mayor, razón que hace necesario adoptar las medidas necesarias para conservar las nuevas estructuras.
Pero aparte de la inversión, un aspecto importante de toda organización es la atención a los pacientes. De nada vale contar con edificios modernos, si el personal médico y sus auxiliares no brindan una adecuada atención a los enfermos que asisten a esas instalaciones.
Dentro del rosario de cuestionamientos que acumula el actual gobierno, vale la pena reconocer los esfuerzos para construir el nuevo Santo Tomás.
Este proyecto así como el segundo puente sobre el Canal de Panamá y el ensanche de la Interamericana, serán las obras que deje como recuerdo la administración de Mireya Elisa Moscoso Rodríguez.
PUNTO CRITICO |
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