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El próximo 2 de mayo de 2004, los panameños acudirán a las urnas para ejercer el derecho sagrado de escoger a los nuevos funcionarios de la cosa pública, desde presidente, legisladores, alcaldes y concejales, cumpliendo con la ley y el civismo.
Empero, últimamente se trata de imponer un concepto retrógrado sobre el denominado "voto en plancha", usado en tiempos de los gobiernos autoritarios del pasado de la República, para favorecer sólo a los candidatos de un partido tal, sin importar siquiera estudiar su currículum de vida, esfuerzos, proyectos de trabajo, etcétera.
Votar en plancha no garantiza un cambio de la gestión gubernamental e innovaciones. Pero votar selectivamente sí permite escoger de entre otros partidos políticos a los candidatos más aptos, fuera del principal punto electoral del 2004, que es la presidencia.
Por ejemplo, uno puede votar por un candidato a presidente de tal partido. En la otra papeleta para legislador, muy bien se puede escoger candidatos de un partido diferente; igual caso con los alcaldes y concejales (representantes). Hasta votar por personajes independientes en las dos últimas funciones públicas es más sano que favorecer a candidatos de partidos políticos ahora desprestigiados.
Fuera del asunto de los pro y contras del "Voto en Plancha" y el "Voto Selectivo", el tema de la reelección de los actuales funcionarios públicos, a saber legisladores y alcaldes, son cuestiones controversiales usadas para permitir el clientelismo político. No hay más que sólo asomarse por la ventana para ver qué legisladores hacen el papel de los representantes de corregimiento, de hacer tareas netamente comunitarias y no del diputado común, que es hacer leyes y proteger los intereses del ciudadano desde el mismo parlamento.
Votar por un tipo que fue legislador a costa de esta mala costumbre, y que ahora quiere ser alcalde, no se ve bien. Hay ejemplos que no queremos mencionar, pero el pueblo panameño los conoce a lo sumo.
De nuestra parte, ya decidimos ejercer el voto selectivo: No votaré por presidente, porque ninguno de los cuatro candidatos sirve para las responsabilidades que debemos enfrentar de cara al futuro. A los cargos de legislador, veremos quien sale en el Circuito 8-9 (si alguno merece atención); para alcalde me reservo opiniones por ahora y finalmente para representantes escogeremos a una candidatura independiente.
Quizás en el futuro, salga un candidato popular que conozca bien a la gente y atienda los problemas sociales. |
