A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
El Político y el Politiquero
Santos Herrera
Los políticos criollos
han degenerado en extremo la palabra política y hoy la misma es sinónimo
de bribonadas, viveza, engaño, falacia, deshonestidad, inmoralidad,
traición, mentira, incumplimiento, deshonor, etc. Dicha opinión
está tan afincada en la mente de los panameños, que hace algunas
semanas, sorprendidos y estupefactos, escuchamos a un "analista"
radial de la localidad decir que el buen político es aquel que es
medio pícaro, medio embustero, medio ladrón, medio oportunista,
medio inmoral, medio insensible al dolor ajeno, medio bandido, etc. ¡Hasta
dónde hemos llegado!. Un "orientador" de la opinión
pública, afirmando y recomendando que para ser un buen político
es necesario ser un bribón de cuerpo entero!
Nosotros consideramos que como en la República de Panamá
han abundado y abundan los politiqueros y no los políticos, muchos
piensan que aquellos son los triunfadores, pues por su astucia y bellaquería
siempre están en la papa y sin tomar en consideración indispensables
principios éticos. El politiquero habla de cuestiones políticas
sin necesidad o sin capacidad para ello, y con sus acciones bastardea los
fines de la actuación de la política. Ellos han invertido
los verdaderos valores de nuestra sociedad, corrompiendo y envenenando la
conciencia nacional.
El político es el que tiene principios y el que cree y defiende
la ideología donde los sustenta. Es aquel que mantiene criterios
morales que le permiten siempre estar con la verdad y la honestidad. Es
el que tiene como mira los objetivos que persiguen el bienestar común,
los intereses de la colectividad y no el interés personal o de un
pequeño grupo. Es aquel que actúa pensando en la futuras generaciones
y no en las próximas elecciones. El político es el que respeta
la voluntad popular y el que estaría siempre dispuesto a dar hasta
la última gota de su sangre para que ésta jamás sea
burlada. El político es altruista y ecuánime, justo y correcto,
decente y amante de la justicia. Ama a su Patria, defiende su independencia
y está dispuesto hasta ofrecer su vida por su plena soberanía.
El politiquero es perseguidor y vengativo, embustero y arrastrado, demagogo
y falaz, indigno y servil, hipócrita e intrigante, chanchullero y
sinvergüenza. Es un enano mental y moral que no cumple con su palabra
ni con las promesas. Un electorero que aparece cada cinco años con
las mismas mentiras a embaucar a un pueblo que ansioso espera mejores días.
El politiquero practica el nepotismo, la corrupción y la traición.
Es capaz de vender la Patria o entregársela al invasor.
Ejemplo de un politiquero auténtico, es aquel que a pesar de pertenecer
a un partiducho, logra a base de vivezas y componendas, colocar a toda su
familia en la planilla oficial, ocupando direcciones nacionales y embajadas
importantes en el exterior.

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AYER GRAFICO |
El Bárbaro del Ritmo, el gran Benny Moré, popularizó
en Panamá "Maracaibo Oriental". |


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