Panamá ha destacado este año en el campo deportivo y artístico. La primera medalla de oro en unas olimpiadas, boxeadores que han alcanzado títulos mundiales, el triunfo en el Latin American Idol y ahora premios en el Grammy Latino.
Antenoche, los hermanos Ricardo y Alberto Gaitán se adjudicaron las estatuillas a "Mejor álbum tropical" y "Mejor canción tropical" por el disco 90 Millas de Gloria Estefan. El reguesero Nigga ganó la estatuilla en la categoría de "Mejor canción urbana".
Esos triunfos ponen de manifiesto que en Panamá hay un gran talento, que sólo espera la oportunidad para triunfar. A pesar del poco apoyo que a veces se produce en el ámbito cultural, deportivos y en otras áreas del conocimiento, los jóvenes panameños destacan cuando tienen la oportunidad.
Así las cosas, lo más lógico sería promover esos valores e involucrar a la juventud en proyectos que mañana le puedan servir para triunfar en el exterior para honra del país, el personal y el de su familia.
Y el impulso a las buenas iniciativas no debe ser sólo en el deporte y en la cultura, sino en el ámbito del estudio, para demostrar que la nación tiene una buena base para su futuro y que no todo está perdido.
Las felicitaciones son hoy para los ganadores de la novena edición de los premios establecidos para reconocer a los mejores artistas del continente, sobre todo a los panameños. Esos hijos de Panamá no deben olvidar su origen y tienen el deber de retribuir a su país y no hay mejor forma que de servir de ejemplo y orientadores de esa juventud que hoy también sueña con triunfar.