Con los brazos extendidos como si estuviera crucificada; las manos agarradas a las barras de un patrulla y con el rostro compungido llegó Teófila Pérez, de 26 años, a la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás.
De su costado izquierdo y de los glúteos le brotaban chorros de sangre producto de las puñaladas que le metió su cónyuge en una acalorada discusión.
El hombre salvaje descargó toda su furia la noche del jueves cuando ambos se encontraban en su domicilio ubicado en una barraca en avenida Ancón, corregimiento de Santa Ana.
La víctima de la violencia tuvo que ser socorrida por unidades de la Policía Nacional que la trasladaron al nosocomio, donde se mantenía al cierre de esta redacción. Estaba en recuperación. El marido no está libre como el viento.