Los poblados indígenas de la etnia Bokotá, en el norte de las provincias de Veraguas y Bocas del Toro, se sienten intranquilos a causa de las constantes balaceras que se registran en el lugar.
Diomedes Rodríguez, residente en una de las comunidades donde se dan las balaceras, considera el problema como un asunto delicado, y enfatizó que los habitantes han tenido que esconderse para evitar ser impactados por una bala.
De acuerdo con Rodríguez, las costas y ríos de la región norte verag�ense son frecuentados por sujetos, supuestamente colombianos, que tienen conexiones con los campesinos del área costera a quienes, se presume, les suministran las armas.
Aseguró que a esa área apartada llegan embarcaciones rápidas que recorren las costas y ríos , sin ser vistas por las autoridades panameñas.