Fue un crimen pasional. Esa es la versión que maneja la PTJ en el homicidio del DJ, Paul Edwards Barker, de 26 años, asesinado de varios impactos de bala en la planta baja del edificio Chucunaque, corregimiento de Bethania.
Una fuente dijo a "Crítica, que ambos sujetos tenían rencillas por una mujer, ya que el homicida de Barker estaba ligado sentimentalmente con la pareja del hoy occiso.
El implicado en este crimen, Mizael Murillo Araúz, es hijo de un teniente de la Policía Nacional y se investiga si usó el arma de reglamento de su padre: una pistola nueve milímetros, para el crimen.
La captura del sujeto se dio en un apartamento del edificio Tuira.
La víctima vivió por mucho tiempo en el edificio Chucunaque y se había mudado a Paraíso, Ancón, pero tenía una pasión por el fútbol que lo llevaba a ir frecuentemente a los edificios Tuira y Chucunaque a jugar con conocidos.
Se conoció que Murillo encontró a "Pícoro", como lo conocían, y lo correteó hasta alcanzarlo en la planta baja del edificio, cerca del minisúper "Jimmy", y le disparó.