La solución para la crisis de Honduras parece alejarse después de que el presidente de facto, Roberto Micheletti, formara su propio "Gobierno de unidad nacional", y el depuesto presidente, Manuel Zelaya, le acusara de hacer fracasar el Acuerdo de Tegucigalpa-San José.
"Yo he cedido todo lo que se me ha pedido para demostrar que tengo altísimos niveles de tolerancia, mi tolerancia llegó a ceder parte de mis facultades, de nombrar ministros, pero el mandato que me dio el pueblo para representarlo como presidente de la República no es negociable bajo ningún concepto", dijo Zelaya a Radio Globo.
Zelaya dio por fracasado el acuerdo al vencerse el jueves, a las 12.00 de la noche, el plazo para que quedara instalado un Gobierno de unidad, como establece el Acuerdo Tegucigalpa-San José, que las comisiones de diálogo del derrocado presidente y Micheletti firmaron el 30 de octubre pasado.
El embajador de EE.UU., en Tegucigalpa, Hugo Llorens, dijo a periodistas que la situación se puede solucionar.