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Enrique Jaramillo Levi.  |
Así es cómo ocurre: el escritor no tiene plan alguno ni hay personajes definidos; no existe trama ni historia prefabricada. Llega a su rincón preferido, donde lo espera la silla de siempre, la pantalla de fósforo de la computadora, y ese olor desabrido del papel acumulado mucho tiempo. Esta cansado, pero no importa. Otra vez lo hará. Acaricia la barba variopinta y pulsa el teclado, primero en calma, después frenéticamente para que a la vuelta de la página ¡zas! un cuento, así, de una sentada... en un abrir y cerrar de ojos.
A esta manera de escribir hay que ponerle un nombre: Enrique Jaramillo Levi. Precisamente así tituló su último libro de cuentos, En un abrir y cerrar de ojos, al que esta noche a las siete la Editorial Santillana le dedica una gala, con el copatrocinio de la Biblioteca Nacional, que ofrece sus edificios en el Parque Omar para el evento.
Hay muchos quienes no creen en este método aparentemente impulsivo del escritor colonense que primero que nadie en el país publicó bajo el paraguas grande y fino del sello Alfaguara. Lo tildan de irresponsable, de anticientífico. Incluso ya hasta le conocen su temática de cuatro patas: lo erótico, lo fantástico, lo onírico y la muerte. "Tal vez por eso nunca he ganado un Premio Miró, porque me conocen el estilo", dice Jaramillo Levi mientras ríe con un dejo muy parecido al de la amargura... Porque un Miró es su sueño.
Curiosamente, los cuatro libros que este autor lleva publicados en editoriales internacionales de éxito, pasaron por el Miró sin pena ni gloria. "En el extranjero está gustando mi estilo ¿por qué aquí no?", se pregunta, y él mismo responde aventurando una explicación: "creo que aquí me tienen mucha antipatía y sufren de celos profesionales".
Al margen de este espinoso territorio de la competencia entre escritores criollos, la verdad sea dicha: algunos de los cuentos que aparecen en los últimos libros de Enrique Jaramillo Levi son complicados, hay unos cuantos que no tienen agarradero, y el asunto psicológico se desborda por todos sus flancos.
¿Y este nuevo libro? Son 23 cuentos. Son diferentes. Hay magia en algunos. Hay uno en particular Al fin al cabo un cuento que es una delicia de construcción y de fondo; es irremediablemente jaramilloleviano, pero tiene un tono nuevo, más fresco, sin dejar el atrevimiento y el ardid que siempre lanza Enrique a los lectores.
Por primera vez no hay erotismo. Según explicó el autor, Alfaguara le sugirió eliminar del libro siete cuentos que tenían este matiz, y así lo hizo. Por eso ahora la obra es recomendada para que se lea en las escuelas secundarias.
Crítica.- ¿Fueron 23 cuentos escritos de una sentada? Jaramillo Levi.- La mayoría sí. Y así deben ser leídos. Son 23 cuentos totalmente distintos en temática, en estilo, en técnica y estructura. Procuro no repetirme. Después de sacármelos "en un abrir y cerrar de ojos" me lleva tres meses depurar cada uno, castigo el lenguaje como me enseñó mi maestro Juan Rulfo, buscando errores, repeticiones y rimas.
Crit.- ¿Por qué cuentos y no novela? J.L. Sé que a la gente le da cierta pereza leer libros de cuentos, prefieren los cuentos sueltos y las novelas que puedes leer poco a poco. Los cuentos son cada uno un mundo, y se deben leer así, por separado y de una sentada. Por eso se venden poco libros de cuentos. Sin embargo, a Alfaguara esto no le ha molestado y me han publicado, con este, ya dos libros de cuentos. Incluso, entre el año pasado y este he publicado otras dos colecciones con editoriales españolas -una en Barcelona y otra en Madrid- que no sabían nada de mí; sólo les gustaron mis cuentos. Soy un escritor de corto aliento, me cuestan los proyectos más grandes, pero ya estoy enfrascado en una novela... pronto la verán por ahí.
Crit.- ¿Tienes alguien que lea tus manuscritos? Se pone un poco serio, pero contesta enseguida: "Sí, mi esposa".
Es sicóloga y, por ende, buena lectora y "castigadora" de los textos. Se distingue por ser perspicaz y porque mira muy de cerca cada obra, corrige y sugiere. Jaramillo Levi remata: "la conocí en un taller de creación literaria que dicté en la Tecnológica, donde ella y yo trabajamos".
Enrique Jaramillo Levi está muy entusiasmado con este nuevo proyecto. Son ya 180 cuentos publicados, aquí y en el exterior, traducidos a cuatro o cinco idiomas distintos. Pero con este se siente como si fueran los primeros.
Alvaro Menéndez Franco será el orador de fondo en la presentación esta noche. Le acompañan con sus comentarios la lingüista y crítica literaria Fulvia Castillo, y Marta Alvarado Fonger, periodista y lectora. |