Elizabeth Odio Benito es hoy la candidata tica que presentó Panamá para como aspirante a jueza de la Corte Penal Internacional (CPI), nuevo organismo permanente adscrito a las Naciones Unidas.
Pese a su experiencia internacional en el campo de los derechos humanos, quien fue vicepresidenta de la República (1998-2002) no logró obtener el respaldo del actual gobierno costarricense para la postulación.
Grupos nacionales y extranjeros hicieron sus gestiones al otro lado de la frontera sur y convencieron a la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso.
YA ODIO ES CANDIDATA
La CPI tendrá competencia para juzgar crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidios a partir del 1.° de julio del 2002. No reemplaza a los tribunales nacionales e intercederá solo cuando esos no estén en capacidad de investigar delitos graves.
Los casos pueden ser referidos por estados que hayan ratificado el Tratado de Roma, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) o el fiscal del tribunal.
Ayer, en su casa, confesó en una entrevista a La Nación su tristeza inicial por ella y por el país, repasó las posibles razones que Pacheco tuvo para vetarla y externó su satisfacción por el respaldo que le dio el país vecino.
¿Por qué Panamá sí? Los grupos que promovieron mi postulación dijeron que era la mejor opción porque es donde está la única mujer presidenta en América Latina. Don Abel no la apoyó porque no le gustó su labor en el Ministerio del Ambiente. ¿Cómo valora ese argumento? Como suele decir don Abel: ¿qué tienen que ver los talones con las orejas? Los requisitos que se piden no tienen nada que ver con esa experiencia y adicionalmente yo difiero pues creo que el trabajo que realicé en ese ministerio tuvo cosas muy buenas, otras que apenas comenzaban y otras con las que alguna gente podría no estar de acuerdo. Pero ahora la razón es financiera. ¿Cuánto le cuesta al país promover su candidatura? Yo no tengo idea, pero sí sé que las candidaturas se promocionan, las maneja la Cancillería. Ellos pueden decir con absoluta claridad cuánto invierten en el manejo de las candidaturas. ¿Y eso cuesta $10 millones, como dijo con Abel? No, Carlos, no. ¿De dónde salió esa suma? Primero habían sido $100 millones, después lo corrigió a $10 millones. Yo no sé si se lo dieron (el dato) en Cancillería, pero me parece totalmente desproporcionado. En esto se emplea el tiempo de los embajadores. ¿Cómo tomó usted la negativa del Presidente? En lo personal me dolió mucho porque la encontré muy injusta. Pero, además, me duele por el país, porque es indudable que cuando uno realiza en el campo internacional un trabajo destacado, eso redunda en beneficio del país. Yo me sentí muy triste. ¿Hay enemistad suya con Pacheco? Mía con él no. Tal vez de él conmigo... ¿Hay razones para eso? Yo no las conozco, honestamente no sé. Amigos le preguntaron y parece ser que él tiene algún resentimiento personal conmigo. Es cierto que usted fue abogada en el divorcio del primer matrimonio de don Abel? No. Yo conozco a don Abel desde que estaba casado con su primera esposa, pero no es cierto que yo haya sido la abogada. ¿Ha llevado algún caso en contra de él? No recuerdo, pero esa materia la cubriría el secreto profesional, no podría hablar de eso. O sea, no lo descarta... No, es que sinceramente no recuerdo. ¿Le han dado alguna versión sobre los motivos? Sí me han dicho varias cosas. Que está furioso conmigo porque yo dije no sé que, porque yo fui abogada de... Ahora ya es candidata a la CPI, propuesta por Panamá. Sí. Y me siento muy agradecida y muy honrada con la decisión de Panamá.
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