Los conductores tanto particulares, comerciales, como los del servicio de transporte público, tienen que lidiar con orates, borrachines y drogadictos en medio de las calles.
Es hora que el Ministerio de Salud, las corregidurías y alcaldías tomen las medidas pertinentes a fin de evitar accidentes fatales en las calles. Esta situación se da en casi todas las capitales de provincias y en distritos densamente poblados.
Ya en las calles hay bastante problema con los conductores de autobuses y con las condiciones de las máquinas que estos manejan, como para que tengamos que preocuparnos por la proliferación de ese problema social. Haber ¿quién le pone el cascabel al gato en este caso? |