Realmente no hablamos de hípica al inicio. Laffit Pincay Jr. rompió el hielo y dijo que su meta cuando pequeño era ser pelotero y que su deporte favorito era el béisbol.
Pequeño de tamaño e inmenso de corazón, el más grande jinete nacido en la tierra del Canal y la pollera, conversó ayer, viernes, con Crítica, mientras hacía un alto a su vida social y a una conversación con viejos amigos.
En el lobby del hotel Caesar Park, Pincay no pudo esconder el amor que sentía por el juego de pelota. "Yo jugué béisbol... me gustaba mucho, eso es lo que yo quería ser, pero me dijeron que estaba muy chico. Mi papá era jinete, me dio por ir al hipódromo y me hice jinete", explicó.
El panameño tras su retiro el año pasado cuando sufrió una lesión en las pistas, dijo sentirse bien y con mucha fuerza. "Me siento muy bien, estoy haciendo lo mismo de hace 5 años atrás, como muchas frutas y comidas sanas, para mantenerme en forma", indicó.
Pincay dice disfrutar de la vida en este momento. "No pienso en nada relacionado con la hípica, sólo vivo mi momento y disfruto de la vida", agregó.