La selección nacional de béisbol juega todos sus torneos con dos "Estrellas" inamovibles. Han sido las dos grandes figuras en cada contienda, firmes y listas desde el mismo primer episodio, hasta ver caer el "out" número 27.
Allí están, una a la ofensiva y otra a la defensa. Una con el madero y otra en la colina.
Panamá juega con sus estrellas "roja" y "azul", ambas clavadas en el corazón como parte de la casaca que lleva en el pecho.
Hoy, domingo, en el Día de la Bandera, el béisbol se viste de gala, siendo el deporte que nunca abandona su tricolor y la lleva en cada jugada, en cada barrida, lanzamiento y jonrón.
Panamá muestra su mejor cara de patriotismo cuando nueve guerreros saltan al terreno y defienden los colores de una nación en una batalla beisbolera, no importa su duración, tiempo o episodios.
Hoy, la tropa vuelve al escenario, se entrena en tierras orientales para combatir en el Mundial de Béisbol de China.
Este año se paseó como los grandes, con una de oro en Venezuela, donde trepó a lo más alto del podio, acompañada de las notas del himno nacional.
Desde pequeños, juveniles y mayores, en cada equipo, selección o "trabuco", allí van las dos "estrellas" de la selecta.
En cada uniforme, gorra, guante, guantines, muñequeras, cascos y en el corazón están bordadas las dos estrellas de una nación.
¡Viva, Panamá!
¡Viva la bandera!
¡Viva el béisbol!