El candidato demócrata John Kerry llamó a la Casa Blanca reconociendo que el presidente republicano George W. Bush ha ganado las elecciones de EE.UU., informaron fuentes de la Casa Blanca.
"Felicitaciones, señor Presidente", dijo Kerry a Bush. Por su parte, Bush calificó a Kerry como un contrincante "fuerte y honorable".
En Boston, ante sus seguidores, Kerry exclamó: "Ahora está claro que no pudimos ganar estas elecciones".
Más de 58 millones de personas en EE.UU. han votado por Bush y algo más de 54 millones lo hicieron por Kerry.
Horas antes, la Casa Blanca se manifestó convencida de que el presidente George W. Bush se quedaría por otros cuatro años más en la presidencia de Estados Unidos.
"Estamos convencidos de que el presidente Bush ha ganado su reelección con al menos 286 votos en el Colegio Electoral", dijo el jefe de gabinete Andrew Card.
En el estado de Ohio, donde los demócratas tenían puestas sus últimas esperanzas, el presidente llevaba una ventaja superior a los 135 mil votos.
Los 20 electores que aportaría este estado al Colegio Electoral son los únicos que podrían llevar al senador John Kerry al poder, pero falló.
Más de unos 145 mil votos provisionales, personas a las que se les permitió sufragar a pesar de que había un problema no resuelto sobre su elegibilidad para votar, quedan por contar.
Pero la amplia ventaja otorgada por los votantes a Bush en Florida (52% contra 47% para Kerry, es decir cerca de 400.000 votos) hizo inútil cualquier cuestionamiento sobre unos miles de votos potencialmente perdidos por uno y otro partido a causa de las largas colas, provocadas por el mal funcionamiento de las máquinas para votar.
CONGRESO REPUBLICANO
Por otra parte, Bush también logró que su partido, el Republicano (GOP) ganase el control del Congreso.
En el Senado, los republicanos lograron 54 puestos, los demócratas 44 sillas, mientras que hubo un independiente.
La Cámara de Representantes se reflejo en 231 legisladores republicanos, 200 demócratas y un independiente.
En cuanto a las gobernaciones estatales, hubo 11 nuevos cargos bajo control republicano, sumando a 28 la cifra mágica. Los demócratas se quedaron con 21 gobernaciones.