ABRACADABRA
Responsabilidad compartida
"es tiempo de que comencemos a meditar sobre
las medidas que vamos a tomar para devolver a la familia istmeña
la tranquilidad social"
Carlos Guevara Mann
Como al resto de la comunidad,
me ha estremecido el asesinato de una apreciada dama a manos de un degenerado,
"bailarín y coreógrafo" extranjero.
Atrocidades como ésta, sin embargo, se han vuelto el pan nuestro
de cada día en Panamá, y ya es tiempo de que comencemos a
meditar sobre sus causas y las medidas que vamos a tomar para devolver a
la familia istmeña la tranquilidad social que por muchos años
fue una de sus características principales.
La sociedad panameña de los últimos tiempos, ha manifestado
una notoria incapacidad para garantizar la justicia social, lo cual, obviamente,
genera resentimientos y situaciones de violencia.
Como consecuencia, además, del estilo político de la dictadura
militar, aunado al bombardeo constante a que nos tiene sometidos la cultura
del consumo, aquí se han trastocado los valores al punto de que somos
incapaces de identificar las consecuencias de nuestros actos.
La mentalidad del "juega vivo" y el hedonismo característico
del pueblo panameño, que busca el placer y las cosas fáciles
por encima de todo, nos han cegado frente a los efectos altamente negativos
de las actividades en que, por ganar dinero fácil o "divertirnos",
incurren cada día más panameños y panameñas.
Quienes participan del tráfico de narcóticos y armas, del
contrabando, de la pornografía, la drogadicción, el alcoholismo
y la prostitución, entre otras actividades, piensan que son más
vivos que los demás, o que hacen la gran gracia, sin detenerse a
pensar en los efectos que sus acciones tienen para el resto de la comunidad.
Estos efectos son la injusticia y la violencia, que dejan víctimas
inocentes, como la señora asesinada y sus compungidos deudos.
¿Por qué se le permitió la entrada y la prolongada
estadía en Panamá al homicida confeso? No han dicho las noticias
que era buscado por la INTERPOL, por tener pendientes casos de violación
en Costa Rica?
Las autoridades de Migración y Aduanas les hacen la vida imposible
a los turistas, profesionales y visitantes decentes, que vienen a contribuir
al mejoramiento del país, pero para la bazofia del mundo entero,
a los desnudistas, alternadoras, narcotraficantes, estafadores, delincuentes
internacionales, genocidas y demás, para ésos sí que
están abiertas, de par en par, las puertas de nuestra prostituida
República.
Porque nuestro país es el estercolero de la humanidad; en eso
lo convirtió la dictadura militar, en contubernio con abogados, empresarios,
buscones, mandaderos y otros integrantes de la fauna criolla, que - aprovechándose
de la miseria y el vicio humano - lucran del tráfico de personas.
¿Cuántas personas - por otro lado - patrocinaron los "bailes
y coreografías" del asesino degenerado?¿Cuántos
lo fueron a ver, a aplaudir y a solicitar sus servicios? ¿Cuántos
panameños y panameñas patrocinan la pornografía, la
prostitución, el desnudismo, el vicio y la inmoralidad?
Todos ellos y ellas son cómplices de este crimen perverso, de
los otros delitos que cometió el asesino confeso en nuestro país
y, en general, de las situaciones de violencia e injusticia que son consecuencia
de la cultura del consumo, del hedonismo y del "juega vivo" que
imperan en Panamá.
En el Aula Magna de la USMA tendrá lugar esta noche la presentación
del libro-antología de escritos periodísticos de la gran amiga
Lil María Herrera, distinguida funcionaria de la Asesoría
de Información de la Presidencia de la República.
La presentación, a cargo del profesor Agustín del Rosario,
ha sido organizada por la Escuela de Comunicación Social de la USMA
y del Círculo de Lectura dirigido por el profesor Ricardo Arturo
Ríos Torres.
La antología, titulada "Entre figuras y andanzas (motivos
periodísticos)", recoge excelentes artículos publicados
por la autora en esta década y ha sido prologada por Rodrigo Noriega
y la muy culta y estimada Rita Moreno de Valdés.
¡Felicidades!
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