CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no promuevo las Fiestas Patrias
A solo cuatro días
de celebrarse los 95 años de la Separación de Panamá
de Colombia, los panameños no hemos enarbolado la Enseña Patria,
en señal de que nos preparamos para rendirle tributo a esta pequeña
Nación de escasos 2 millones de habitantes.
Empero, se observa en las vidrieras de los establecimientos comerciales
adornos alusivos a una fiesta anglosajona, que pareciera rendirle tributo
más bien al demonio, con la presentación de máscaras
macabras y otros atuendos propio de la cultura que dio origen a esta fiesta.
Pese a que esta práctica se ha prohibido, mediante decreto municipal,
muchos osan desafiar esta disposición.
Las instituciones públicas que deberían ser garantes e
impulsar campañas de concienciación para promover en los jóvenes
panameños el valor de las efemérides Patrias, poco es lo que
hacen.
Los panameños deberían llenarse de regocijo por la importancia
que encierra esta fecha en la que un grupo de valientes hombres en cabildo
abierto decidieron enrumbar bajo un solo destino esta pequeña Nación.
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