Una de las cosas más bonitas en esta carrera fue la participación de personas con algún tipo de discapacidad.
La joven Ingrid Pájaro fue una de ellas, una chica no vidente, que por segunda ocasión se une a esta causa.
Otra persona digna de admirar es la señora Miriam Cubillas que se esforzó al máximo para llegar a la meta en silla de ruedas, sin dejar de lado al niño Carlos Urrunaga.