Un día después del despliegue de 2.500 militares en el valle norteño del Swat para hacer frente a un nuevo foco de radicales islamistas, el Ejército paquistaní recibió otro duro golpe con la muerte de al menos 38 soldados en un ataque suicida.
El atentado, en el que también resultaron heridos 22 militares, tuvo lugar en Mangora, donde un terrorista detonó su carga explosiva cerca de un camión.