Con lluvia y sin lluvia los empleados y estudiantes universitarios continúan su lucha pacífica, a fin de que el Gobierno garantice la seguridad alimentaria al pueblo.
Un fuerte aguacero que cayó sobre la ciudad capital a horas del mediodía, no fue obstáculo para que los manifestantes auxiliaran y ayudaran a un compañero con un alto grado de desnutrición que se estaba muriendo. Fue una demostración satírica y jocosa de lo que están sufriendo los panameños por el alto costo de la vida, dijeron los manifestantes.
Como siempre, el menú popular no podía faltar: una sopa de patas de gallina que fue repartida entre los presentes.
En tanto, César Gómez, secretario general de los centros universitarios, exhortó a las fuerzas Viva, Crítica en Líneas y agrupaciones a que se unan a la gran marcha nacional programada para el próximo 15 de noviembre.
El representante de ASEUPA lamentó que los gobernantes y empresarios no se hayan puesto de acuerdo para encontrar una solución definitiva y no coyuntural, a la situación por el aumento de los precios en los productos básicos para la alimentación.