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Diez meses han transcurrido del año 2003, pero el dolor, tristeza y decepción golpea a Olivia Chavarría, al igual que sus parientes.
EN UNA LETRINA
Por qué. Pues su hijo, Pacífico Calderón, resultó asesinado, quemado a leña, descuartizado y luego arrojado a una letrina.
Agentes de la División de Homicidios, Policía Técnica Judicial, llegaron a un solitario paraje ubicado en el sector de Santa Rosa, Calle San Martín, tras ser informados por una fuente anónima del macabro hallazgo aquella mañana del veraniego 30 de Enero del presente año.
SABOR AMARGO
Ahora Olivia siente un sabor amargo, pues uno de los sospechosos del tétrico crimen, cuyas circunstancias han quedado en el aire ha sido exonerado de culpa o sea inocente del lamentable acontecimiento. ¿Quién declaró inocente a este individuo, asociado a tan funesto hecho que mantiene sumidos en la tristeza a humildes panameños?.
Pues nada menos y nada más que el Juzgado Primero de la Adolescencia, al terminar una audiencia realizada en fecha reciente en ese despacho judicial. La excusa para esa decisión, se originó por que el individuo era un menor de edad, días antes del horrendo crimen.
TRISTE CARTA
"Me dirijo a usted para expresarle mi tristeza y decepción por el veredicto dictado por el 16 de Octubre en la audiencia realizada en el Juzgado 1 de la Adolescencia en contra del menor", señaló angustiada la madre de la víctima, en documento obtenido por este medio.
Pero las cosas no quedaron allí, pues en el expediente instruído por el Fiscal Tercero Superior, Rolando Rodríguez Achong, figuran no solo el adolescente liberado sino los señores Jaime De Freita, Raúl Jaén y Lenín Barría.
En fecha reciente, el fiscal que tiene este caso reconstruyó los hechos, cubiertos en forma amplia por diversos medios informativos. "Por lo visto las leyes del adolescente son ciegas, el Juzgado Primero de la Adolescencia lo declaró inocente alegando que no tenían pruebas suficientes para su condena", advirtió Olivia Chavarría en su esquela.
LA CARTA SIGUE
Martínez y otras tres personas quemaron, descuartizaron y por último lo echaron en una letrina "para no dejar rastros de su horrible crimen", indicó la angustiada madre en una carta obtenida por este medio.
"Mi hijo fue asesinado el 18 de enero del 2003, a causa de golpes, tras colocarle un cuchillo en su ojo y hundirselo, pero la juez del caso lo declara inocente.
MENORES INOCENTES
"Este delito fue cometido días antes" de que este adolescente. cumpliese su mayoría de edad, sin embargo fue juzgado como menor", denunció su madre. Por ahora el destino le ha jugado una mala pasada a esta infortunada panameña, quien clama justicia. El cuestionado sistema jurídico tiene la última palabra... |
