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En la noche de ayer, Panamá cayó en un apretado partido en la disputa del título de la XXXV Copa Mundial de Béisbol ante la escuadra local de Cuba, 4 carreras por 2.  |
Guerreros incansables... un ejército que nunca se rindió... los panameños lucharon hasta lo último y aunque al final se perdió, demostraron que en nuestro país se juega con "Gallardía y Corazón".
En la noche de ayer, Panamá cayó en un apretado partido en la disputa del título de la XXXV Copa Mundial de Béisbol ante la escuadra local de Cuba, 4 carreras por 2. Los canaleros lograron ponerse arriba en la parte alta del segundo episodio cuando Luis Iglesias conectó cuadrangular solitario. Sin embargo, la respuesta de los caribeños no se hizo esperar y lograron recobrar las riendas con dos rayitas en el tercero, entrada en la que explotaron al abridor panameño Elpidio Pinto .
Audes De León emparejó nuevamente las acciones en el cuarto con otro rompecercas ante el abridor cubano Vicyohandri Odelín, lo que provocó la salida de este último, siendo relevado por Norge Luis Vera, quien de allí en adelante no le permitió libertades a los panameños.
Cuba tomó finalmente el control del juego en el sexto episodio cuando Frederich Cepeda se la botó sin nadie en base al relevo Lenín Picota. El propio Cepeda le dio el puntillazo final a los istmeños cuando se la volvió a sacar del parque al propio Picota dos entradas más tarde para el delirio de los más de 50 mil fanáticos que asistieron al Estadio Latinoamericano de La Habana. No cabe duda, Panamá hizo de tripas corazones. Demostró su nivel a lo largo de todo el certamen y aunque al final vendió cara su derrota, lo hizo siempre con las "botas puestas". |