EDITORIAL
Salario Mínimo
Lo sucedido con la Comisión de Salario Mínimo, era la crónica de una muerta anunciada. Desde un principio se preveía que empresarios y sindicalistas no llegarían a ningún acuerdo para establecer de común acuerdo, el monto del salario mínimo.
Sucedió lo mismo que en el año 2000. Los obreros presentaron aspiraciones exageradas como exigir un salario mínimo de 745.00 balboas, los empresarios por su parte adoptaron su tradicional posición: cualquier aumento puede hacer quebrar a todo el comercio.
En las sesiones de la Comisión, en vez de discutirse el tema central: el salario mínimo, los partícipes entraban a debatir aspectos que aunque importantes, como la productividad y la inclusión de los servidores públicos en el régimen de salario mínimo, se constituían en una desviación del propósito para el que fueron convocados. El salario mínimo actual es de 253.66 balboas. Una cifra baja si se compara con el incremento del costo de la vida. La canasta básica familiar para un hogar integrado por 5 personas se estimó en el año dos mil en B/.449.44.
Frente a lo sucedido, la corresponderá ahora al Ejecutivo adoptar la decisión. Cuando salga la nueva cifra, habrá disgusto de empresarios y trabajadores, pero en parte ellos son los responsables, por no tener una capacidad de negociación.
Hay que vivir en base a la realidad. La situación económica no está en sus mejores momentos y los ingresos de los obreros, apenas alcanzan para paliar sus necesidades. Frente a esa situación se deben tomar la decisión para establecer el nuevo salario mínimo, sin que ello provoque el cierre de empresas y entonces no habrá ni siquiera el ingreso raquítico que llega a muchos hogares panameños.
PUNTO CRITICO |
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