Con la complicidad de la negrura de la noche y los trucos de un maquillaje carnestolendo, ellas salen cada noche a cumplir una jornada de trabajo que les imponen las necesidades que se deslizan en lo que llaman hogar.
Sus oficinas se sitúan en cada esquina y a lo largo de la avenida Cuba, "local" que cuidan celosamente de las invasiones policiales, cuyas redadas merman sus ingresos cada vez que deben pagar multas.
Son prostitutas. Y no les da pena decirlo a quienes les preguntan por curiosidad.
Pero tienen en contra que "es ilegal" el trabajo que realizan por no tener "una oficina", es decir, un club o casa que paga impuestos sobre la renta.
El equipo de "Crítica" compartió una noche de "trabajo" con las mujeres que desde tempranas horas de la noche, están listas en sus "puestos laborales".
¿HORA DE ENTRADA?
"Vamos llegando desde las 7:00 p.m., a veces un poquito más tarde", reveló "Iris" (nombre ficticio por razones obvias).
"El movimiento en esta calle es bueno. Sólo que hay que tener cuidado con los policías que vienen y nos llevan y después hay que pagar multas porque está prohibido estar por aquí", secundó "Ana".
Mientras separadas a pocos metros una de otra, a veces en pareja, a veces de una en una buscando siempre la cercanía de un árbol o un quiosco, pasan los autos a baja velocidad con un conductor mirando a las mujeres que lucen atuendos atrevidos y reveladores.
Semejan a un comprador cuando se para frente a una vitrina por un objeto que llama la atención.
Blancas, negras, gordas, flacas, jóvenes, viejas... la gama es variada.
¿HASTA QUE HORA SE TRABAJA?
El horario es flexible. Si la prostituta llega a las 7:00 p.m., se retira a las 12:00 a.m. o un poco antes. Todo depende si logra reunir la cantidad de dinero que se ha propuesto hacer en una noche.
La paga es buena. Eso aseguran las chicas. "A veces un cliente te deja cincuenta u ochenta dólares. Hay otros que te pagan hasta doscientos", confirma "Luisa".
Entonces, ¿los clientes son hombres pudientes?
LOS HAY
Los hombres que acuden a buscar el servicio de las "damas de la noche" tienen diferentes edades. Jóvenes, maduros y viejos.
"Algunos sólo quieren la compañía de nosotras. Nos pagan para que le hagamos sexo oral, o simplemente para observarlos masturbarse encima de nosotras", relata "Cristina".
Y...¿qué con las enfermedades sexuales como el SIDA?
"Ese es el riesgo. Aunque nosotras nos cuidamos con condones. Ellos también son cuidadosos de no hacer (el sexo) sin protección. Por eso es que a veces sólo se masturban o prefieren que nosotras los masturbemos a ellos".
La pregunta. ¿Por qué estas mujeres de "buen ver" se dedican a la prostitución clandestina?
La respuesta es extensa. Pero el punto común es el desempleo.
"Yo tengo cinco hijos que mantener. No tengo marido y tampoco tengo trabajo. Así que he parado aquí. Mis hijos no saben que me dedico a esto. Están en la escuela. Y bueno, espero dejar esto y dedicarme a otra cosa...pero ahora ellos tienen que comer y el padre no me cumple", testifica "Leticia", una mujer de unos 35 años y de figura esbelta.
"Y yo necesito un dinero que tengo que conseguir con urgencia", declara "Patty".
Esta dama nocturna tiene un bachillerato. Tenía un empleo como vendedora en un almacén "pero allí no me pagaban mucho". Así que un día dejó el empleo y como ya le habían dado "el dato" de la avenida, se dedicó a ese trabajo. Su familia no sabía nada y le había dicho a su madre que seguía en el almacén, hasta que fue descubierta. Y sigue en eso.
En la avenida hay desde niña de 12 años hasta vieja de 50 años. Y el patrón es la necesidad de conseguir dinero.
Marie, una jovencita de catorce años, se dedica a ese trabajo desde los 13 años. "Mi madre me echó de la casa porque perdí la virginidad con mi novio. No tenía dónde ir y él me dejó. Así que una amiga me habló de este lugar y vine. Me ha ido bien. Y las muchachas aquí me tratan bien".
Esa es una característica del lugar. La comprensión por parte de las damas prostitutas. Cuando llega una nueva trabajadora, ellas le ofrecen todo el apoyo y le "enseñan la movida".
"Tienes que cuidarte de la Policía. Ellos vienen a cada rato y te meten en el patrulla y la primera vez debes pagar una multa de sesenta dólares. Después te la van subiendo. Pero no te preocupes. Aquí todas estamos alerta y cuidamos las unas de las otras".
La experiencia de varias de las prostitutas en esa avenida es triste. Algunos policías abusan sexualmente de ellas en pago por no llevarlas al cuartel. "Unos policías hacen que les haga el sexo oral o te obligan a tener relaciones con ellos, y uno lo hace para no ir presa", dijo "Patty".
La calle está identificada. Si se pide a un taxista una carrera al lugar y en horas nocturnas, la mirada es rápida inspeccionando la apariencia de la pasajera. Y en las aceras, cerca de quioscos, hacen una pequeña piquera para cualquier "servicio de emergencia" a un lugar privado para la prostituta y el cliente, en caso de que éste no tenga auto.
A veces, relatan las prostitutas, los clientes son mujeres y van con ellas "porque pagan bien".
Actualmente en la calle hay voz de alerta. "Hay un psicópata que se lleva a las muchachas y las apuñala. La semana pasada se dio un caso. Pero ya sabemos quién es, así que estamos bien alerta. Él es un hombre que usa gorra, tiene los ojos rayados y cambia de auto. Así que si una lo ve, le avisa a las otras".
La noche va avanzando, y las "mariposas nocturnas" han realizado varias "tareas profesionales". Sienten que han cumplido una jornada y son relevadas por aquéllas que viven más de madrugada.
La cita quedará para la noche siguiente, cuando, a la misma hora, en las mismas esquinas, pero con diferentes atuendos, ellas llegarán a trabajar como lo hace un oficinista en el día. |