La pequeña Dodo es una niña que nace sin poder andar por problemas en un pie. Pasó su juventud leyendo cuentos hasta que sus padres la llevaron al hospital a operarse. Desde ese momento, pudo andar, y su primer regalo fue un par de zapatos. El amor obsesivo que desarrolló por esa prenda de vestir llegó a rozar la línea de la locura, comprando compulsivamente todos los que veía. Un día su suerte se truncará de nuevo, pero no así su felicidad.
Detrás de esta historia simple y casi infantil, se esconde una curiosa e interesante idea que ya mencioné en el título de la crítica. ¿Qué es la felicidad? En dos fases del film se nos muestran dos tipos de felicidad. La primera fase, cuando Dodo puede andar, es una felicidad egoísta, soportada en la compra descontrolada de zapatos. La segunda fase tiene lugar después del accidente, donde vuelve a perder su pie.