"La salud pública de los residentes de la ciudad capital está seriamente amenazada por la falta de recolección, tratamiento y disposición de la basura, causada por un conflicto político que mantiene enfrascado al Ejecutivo con el Gobierno municipal", afirmó el defensor del Pueblo, Ricardo Vargas.
Para el Ombudsman, la ciudadanía panameña está atrapada en medio de este conflicto porque la acumulación de los desperdicios en zonas residenciales, comerciales e industriales ha tomado dimensiones de gran preocupación, aunque reconoce que con la creación de la Autoridad Nacional de Aseo, se ha dado un paso necesario para desarrollar las políticas públicas en materia de recolección tratamiento y disposición final de los residuos sólidos.
A juicio del Defensor, el problema de la basura en la ciudad de Panamá puede agudizarse aún más en los meses de noviembre y diciembre, cuando aumente exponencialmente la cantidad de desperdicios con las festividades de fin de año.