Vi a varias personas con unas etiquetas en sus camisas y blusas esa mañana. Luego un profesor con mucho entusiasmo me dijo que sus alumnos estaban recogiendo "comida seca", para ayudar a una familia.Me pidió que contribuyera a aliviar las extremas condiciones de pobreza en que vivía la familia.
Yo le dije que no daría ninguna contribución. Vi que sus ojos se abrieron de asombro. Tuve que explicarme...
"Te hablo como sociólogo: sé que la caridad no soluciona en forma permanente el problema de esa familia, solamente la alivia por unos días", dije con voz tranquila.
Ripostó el colega alegando las pésimas condiciones de vida de la citada familia. Algunos que me escucharon estuvieron de acuerdo que la caridad no es solución, pero "algo es algo y peor es nada".
Todo sucedió el mismo día en que el mandatario panameño, conocido como "El Pitcher" que pasea", eufórico dio orden de proceder del millonario proyecto de la "cinta costa de la Bahía".
Panamá sin lugar a dudas es un país de muchos contrastes. Mientras en las playas se hacen proyectos turísticos con viviendas que cuestan de trescientos mil dólares... para arriba, en nuestras montañas los niños mueren por falta de atención médica y la desnutrición aumenta.
Ya estamos cansados de decir que hay una mala distribución de la riqueza. Somos un país rico en recursos naturales y humanos, pero con un cuarenta por ciento de su pueblo en pobreza.
Los del gobierno se llenan la boda diciendo que la economía es una de las más altas del continente. Pero a cada momento cierran las calles porque no hay agua potable, las vías están destrozadas y el costo de la vida por las nubes.
Pero el Presidente se divierte tirando pelotas en un estadio norteamericano, viajando a todo el mundo... y los niños mueren en las comarcas indígenas.
No es con soluciones llamadas "curitas" inútiles, como se bajará esa pobreza y dejarán de morir los niños indios.
Hay que impulsar solucionar permanentes, que den empleos honorables a los pobres para que puedan vivir con dignidad... y no de la caridad privada y oficial.
Por eso no quise dar ni un centavo a la buena acción (pero poco eficiente), de estudiantes de comunicación Social.
¡Basta ya de caridad y demagogia!
No malgasten dinero del Canal y particulares en "aplacar el hambre de hoy, pero no el de mañana". Hagamos fuentes de trabajo para que esos pobres se superen y no hayan que regalarles un mendrugo de pan...