Un ruandés, acusado de genocidio por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda fue srrestado en Francia por unidades de la Interpol en ese país.
Según la Fiscalía ruandesa con sede en Arusha, el sospechoso, un hutu, era subprefecto en el país africano en 1994, cuando se cometió el genocidio en el que, según se calcula, entre 700.000 y 800.000 personas, en su mayoría miembros de la minoría tutsi, fueron masacrados por extremistas hutus. El tribunal internacional acusa al ex subprefecto de genocidio y complicidad de genocidio.