El primer juicio oral por crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó la mayor cárcel de la última dictadura argentina, comenzó ayer en medio de críticas de sobrevivientes de la represión ilegal.
Este juicio forma parte de los procesos pendientes contra una treintena de represores de la ESMA, como el ex capitán Alfredo Astiz, acusado de la desaparición y muerte de dos monjas francesas y de una joven sueca, delitos por los que Francia y Suecia han pedido su extradición.
A Febres, se le acusa de formar parte del grupo paramilitar que secuestró y torturó cuatro personas que sobrevivieron al cautiverio y los tormentos.