La Chorrera se ha visto afectada en los últimos meses por sujetos que comúnmente conocemos como "Piedreros".
La situación se torna más difícil aún cuando estos seres humanos, envueltos en harapos o cartuchos plásticos, asustan o intimidan a los transeúntes, a los que no les queda más remedio que alejarse de ellos para evitar cualquier confrontación.
A estas personas las podemos observar bañándose en el monumento El Chorro de La Chorrera ubicado en la Avenida de Las Américas, comiendo entre los tinacos de basura del Mercado Público o durmiendo plácidamente en cualquier banca de algún parque, acera o portal de los comercios y muchas veces de las viviendas.
Para los miembros de la Policía Nacional, resulta fácil atraparlos y llevarlos a la Zona Policial de La Chorrera, pero esto no puede ser por mucho tiempo, ya que no los pueden mantener junto con los reos.
La Policía de La Chorrera ha hablado con los administrativos y directores del Hospital Nicolás A. Solano para ver si los pueden tener ahí, pero estos han dicho que no, pues no cuentan con muchas instalaciones.
En días pasados se realizó una reunión con el alcalde de La Chorrera, Javier Herrera, para salir lo más pronto posible de este mal antes que se transforme en un problema mayor.
Es de suma importancia que familiares y amigos de estos señores que deambulan por la ciudad los ayuden a tratar de salir del estado en que se encuentran y no esperar que el Estado se haga cargo de ellos.
Lo peor es que muchos de estos jóvenes enfermos llegan de la ciudad capital o de otros puntos del país.
PROBLEMA SOCIAL: CRISIS
En La Chorrera existen alrededor de quince indigente que deambulan por las calles del distrito. Muchos de ellos asustan e intimidan a las personas.