La legislación boliviana no castiga la venta ni el alquiler de niños, afirmó ayer la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de La Paz, tras denuncias sobre el tráfico de menores en las fronteras de Bolivia con Perú, Argentina y Brasil.
Según los denunciantes, indígenas bolivianos venden o alquilan a sus hijos por unos pocos dólares para que trabajen en ciudades del país y en naciones vecinas.