Una duda que persigue a toda mujer que tiene aumento de senos por silicona es que si podrá amamantar a su hijo. Para todas esas angustiosas tenemos buenas noticias, la respuesta es: "Sí", así lo afirmó el médico obstetra y ginecólogo Fernando Oviedo.
La razón que te hará dormir nuevamente es saber que cuando se realiza una cirugía, el cirujano coloca el implante justo detrás de la glándula mamaria o debajo del músculo pectoral, sin tocar los conductos de leche, aclaró el entrevistado. Si esto no es así, usted tendría serios problemas.
Cuando la madre deja de dar pecho, los senos regresan a su tamaño original y suelen ser afectados por la ley de la gravedad, es decir, que se caen.
Lo mismo sucede con los senos con silicona, y si quieres seguir luciendo tus "bubis", someterte a una segunda cirugía es buena opción.
PROLACTINA, LA HORMONA DE LA LECHE
Aunque tengas implantes, la cantidad de leche que puedes proporcionar es igual al de tus senos reales, es decir, si de herencia tienes los senos pequeños, la cantidad de leche será poca. La producción de leche es controlada por una hormona llamada prolactina.
Un implante de silicona es introducida a través de una incisión alrededor del pezón. En la etapa de lactancia, la cicatriz no debe generar dolor.
Otra inquietud es que se rompa y el líquido pueda pasar al bebé a través de la leche, pero eso es casi imposible, ya que la rotura de la prótesis es un accidente muy raro y en todo caso no pasaría a la leche en cantidades considerables.
AMAMANTAR HASTA LOS TRES MESES
Para curarse en salud, los especialistas aconsejan dejar de amamantar al bebé a los tres meses de nacido y darle leche enlatada recomendada por un pediatra.
Si tienes silicona es importante que asista a controles médicos y te hagas una resonancia magnética o ecografía para asegurarte de que todo está bajo control. Si quieres ser mamá pero acabas de hacerte una cirugía, debes esperar entre dos y tres meses para que los senos se adapten a la forma normal y la cicatrización termine.