Las autoridades costarricenses se concentraron ayer en la búsqueda de más de una docena de personas desaparecidas tras un deslizamiento en una zona montañosa de la zona central del país.
El presidente de la Cruz Roja, Miguel Carmona y el director de la Comisión de Emergencias (CNE), Daniel Gallardo, se trasladaron al sitio y confirmaron la gravedad de la situación.
"Estimamos que los desaparecidos podrían ser más de 15 personas pero prefiero no especular con una cifra", dijo Carmona, al confirmar la recuperación de dos cuerpos. Reconoció que los socorristas observaron cuatro cuerpos más entre los escombros.
El director de la CNE explicó que el área se encuentra muy frágil, por lo que no descartan más deslizamientos. Sobre las causas, mencionó la saturación de los suelos por las lluvias continuas que han caído en las últimas 48 horas.
En la búsqueda y rescate se ocupan unos 120 funcionarios de Cruz Roja, policía, bomberos y de la CNE. Mientras tanto, metros más arriba decenas de vecinos, familiares y amigos esperan con angustia bajo la lluvia que no para.
La esperanza de encontrar personas con vida resurgió tras el rescate de un niño de 8 años, quien se encontraba cerca del sitio del desastre con sus piernas atrapadas.
El deslave, ocurrido cerca de las 2:00 de la madrugada, arrasó con un paredón donde habían construido un muro de contención en la localidad de La Fátima de Atenas, a unos 61 kilómetros al noroeste de la capital.
Gallardo lamentó que la etapa más dura del invierno, entre octubre y noviembre, empiece a provocar las primeras víctimas mortales.
Agregó que la Comisión decretó una alerta máxima para Atenas y otros tres cantones del país ubicados en el Pacífico central.
Los trabajos de recate continuan por parte de las autoridades ticas quienes tienen la esperanza de recuperar a algunas personas con vida.
DAÑOS: 500 AFECTADOS
Casas, comercios y hasta la sede de Cruz Roja fueron dañados por el desborde del río Parrita, poblado costero del Pacífico central.