El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó una ley contra el racismo sin modificar dos polémicos artículos que rechazan la mayoría de los medios del país, por considerar que amenazan la libertad de expresión, al tiempo que los periodistas anunciaron medidas de presión a mediano plazo.
"Por fin, aprobamos una ley contra el racismo, una ley para acabar con el racismo y la discriminación", dijo el mandatario tras estampar su firma en el texto, en el Palacio, ante sus ministros, diputados y senadores, y representantes de movimientos afines.
La norma fue promulgada horas después de que el oficialismo que controla el Senado aprobará la ley, en medio de protestas de la oposición, cuyos legisladores asistieron a la sesión vestidos como presidiarios.