La fiebre del hierro mantiene preocupado a los conductores de la provincia de Colón, quienes ya no soportan manejar, porque la mayoría de las alcantarillas ubicadas en las calles no tienen tapas y son una trampa de muerte, sobre todo en las noches.
"Mi auto siempre está dañado, porque cada vez que caigo en una de las alcantarillas sin tapas las llantas se explotan", manifestó un conductor afectado.
Señaló que esta desagradable acción ya se ha vuelto cotidiana en Colón, por los constantes hurtos que realizan algunos sujetos que cambian las tapas de las alcantarillas por dinero.
Por su parte Antonio Latiff, alcalde del distrito, informó que ya se están tomando las medidas correspondientes y los involucrados en estos delitos se les está sancionando con multas que van desde el pago de 200 balboas hasta tres años de prisión. Se realizan operativos para evitar este problema.