Viudas, familiares y amigos de los fusilados durante la intentona golpista del 3 de octubre de 1989 conmemoraron anoche en la iglesia Cristo Rey otro aniversario de la asonada contra el régimen del general Manuel Antonio Noriega.
La señora América Torres, suegra del capitán Nicasio Lorenzo, alegó que vivió la fecha con cierto grado de tristeza al ver que el esfuerzo de un grupo de hombres por acabar con un régimen dictatorial no ha sido reconocido en su justa dimensión. Destacó que hoy más que nunca ve con preocupación cómo se desenvuelven los hechos nacionales con una posible vuelta a la estructura militar con los Decretos Leyes que impulsa el Gobierno. "Nosotros nos oponemos a esas leyes", sentenció.
En tanto, Petra de Ortega, esposa del subteniente Ismael Ortega, de la Cuarta Compañía Urracá, afirmó que a pesar de los 19 años, el recuerdo del fusilamiento de su esposo sigue presente.
Para Milton Castillo, compañero de armas de Giroldi, ese 3 de octubre del '89 el uniforme de militar se "manchó de sangre para siempre". Manifestó que los hechos representan una página de vergüenza y de deshonor que por ninguna circunstancia la historia nacional debe dejar en el olvido.
Ocho de las nueve víctimas - Juan José Arza, León Tejada, Edgardo Sandoval, Jorge Bonilla, Ismael Ortega, Francisco Concepción, Feliciano Muñoz y Erick Murillo- murieron "de manera violenta, traumática y atrozmente", dice el dictamen médico forense. Sin embargo, las fuerzas de Noriega informaron, a través de un parte de guerra, que las muertes se habían producido en combate.