Gregorio Hernández, conocido como "Goyo" por sus familiares y amigos, murió al caer del andamio donde se encontraba reparando el techo de la Iglesia de Dios, en la Calle 2 y 3 Amador Guerrero, en Colón.
La pastora Adelina Contreras de Pittí confirmó que Hernández colocaba el cielo raso de la iglesia.
La señora salió a realizar diligencias y al regresar a la Iglesia, vio al hombre en el piso.
Llamó al Cuerpo de Bomberos, pero cuando llegaron, ya estaba muerto.
El bombero Enrique Brown Sargento informó que al llegar a la Iglesia vieron que había bastante sangre en la escena, la cual provenía del cráneo del obrero.