La vigencia de los Tratados Torrijos-Carter cumplen hoy 30 años. Esos documentos firmados por James Carter y Omar Torrijos pusieron fin a una lucha generacional por recuperar la soberanía panameña en la franja del Canal de Panamá.
El 1 de octubre de 1979 entró en rigor un cronograma que establecía la reversión de las bases utilizadas por el Comando Sur y por ende del Canal inaugurado el 15 de agosto de 1914. Dichos tratados daban fin al oprobioso tratado de 1903 firmado por el francés Bunau Varilla.
Hace 30 años, también entró en función la Comisión del Canal de Panamá, una agencia federal norteamericana que tuvo como su primer administrador al hasta entonces jefe del Comando Sur, general Dennis MCaliffe y un sub-administrador panameño, distinción que correspondió al ingeniero Fernando Manfredo.
Desde entonces se han superado muchos de los elementos que permitieron la recuperación de nuestra soberanía plena, todavía quedan tareas inconclusas en torno a las áreas revertidas.
Panamá debe exigir que Estados Unidos limpie el legado de explosivos que nos dejó el Comando Sur. De igual modo es una realidad que nuestros dirigentes no han sacado el mayor provecho colectivo a las antiguas bases militares y muchos de los empresarios que han logrado contratos en la antigua Zona del Canal, no se mantienen al día en los pagos por el usufructo de ese activo nacional.
El Canal de Panamá está inmerso en el gran proyecto de la construcción del Tercer Juego de Esclusas. A pesar de la crisis global, la vía acuática bajo administración panameña es una empresa sólida con ingresos y utilidad que cualquiera multinacional envidiaría.