El funeral del ex mandatario Guillermo Endara fue una explosión de emociones y sentimientos. Un pueblo se lanzó ayer a las calles para saludar el paso del cortejo fúnebre del "Presidente de la eterna sonrisa".
Viejos, jóvenes y niños se apostaron en las aceras para gritar ¡Viva Endara!, agitar pañuelos blancos y sonar pailas mientras avanzaba el camión del Cuerpo de Bomberos que trasladó sus restos desde la Catedral hasta el local de Sercresa, donde fue cremado. El nicho de madera con una imagen de Jesús donde reposan sus cenizas fue retirado por su amigo Menalco Solís, y hoy a las 3:00 p.m. habrá una ceremonia familiar para depositarlas en una urna de la Iglesia del Carmen.
El mandatario Ricardo Martinelli y el vicepresidente Juan Carlos Varela escoltaron en todo el trayecto a la viuda Ana Mae.
En los predios de Sercresa, en la avenida Santa Elena, una marejada humana se congregó y los panameñistas entraron en clímax agitando banderas y cantando a capela el Himno de Acción Comunal, como para decir que el Mundo Nos Mire.