Bueno, bueno, Guillermo Endara en vida fue luchador por la democracia en todo su significado, y su deceso produjo una pausa en la peligrosamente creciente pugna partidaria.
Por cierto que todos los sectores políticos, sin diferencias, coincidieron en las virtudes ciudadanas del ex presidente, que devolvió la democracia al herido país.
De paso, el mayor reconocimiento a su figura fue por parte del mismo pueblo que expresó su profundo pesar por la desaparición física de quien gobernara en momentos difíciles.
Mientras la sociedad se recupera del golpe, empiezan las discusiones sobre el proyecto de bases navales en territorio panameño, con radares y naves para, supuestamente, combatir el narcotráfico que, de acuerdo con la tesis gringa, debe ser combatido militarmente por los Ejércitos latinoamericanos.
Eso hace pensar a la gente dos cosas, igualmente peligrosas. O se pretende revivir el CMA ¿o no? o se quiere militarizar a la Policía. Sobre todo, porque las bases contarán con contingentes de la Policía de Frontera que no es precisamente de pito y tolete.
También está, por supuesto, lo de las contrataciones directas (después de todo, este es un Gobierno empresarial directo) y ahora nos sale el 99 con un viaje a Qatar, donde dice que tramitará inversiones por diez mil millones de tucos, lo cual trae a mi mente el tiempo de Martincito cuando el Quatrero, digo, el de Qatar habló de construir una refinería aquí.
Al menos ahora no se habló de nada concreto, sino sólo de billete.
Asimismo, habrá otra prueba de fuego para quienes cambiaron como lo es la designación de dos nuevos magistrados de la Suprema Cortesana. Y muestra de la intención es el cambio de fecha de la elección del presidente de ese órgano del Estado para que los dos nuevos togados puedan votar ¿o no?
Algo a tomar en cuenta es que pese a la popularidad del supermercadero que va volando, el candidato gobiernoso a repre de Montijo perdió la elección frente al del mundo cane perrediano. Ojo, pues, con aquello de ventilar la reelección.
Una que se dice anda volando también es la ex Lucinda colonense que le puso condiciones y tiempo a los diputados y me aseguran que no les hace caso y cuando se le ocurre recibirlos, ni siquiera los invita a sentarse. Vaya, vaya.
Por supuesto que otro asunto que puede hincharse es el de Bobito.
Después que se habló de millones, maletines, videos, fotos, grabaciones y testigos, resulta que ni en Panamá ni en Colombia hay prueba alguna de ello y que pueden llamar a los SPI por perjurio, ya que sus declaraciones se contradicen.
Porque por allí hay rumores de que en plena campaña les prometieron reintegrarlos y beneficiarlos si declaraban ¿o no?
Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.
