El uso adecuado del condón es una de las estrategias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, para la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En 1664, el anatomista italiano Falopio describió al condón como una funda que cubre el pene y puede protegerlo contra ITS y embarazos no deseados. La introducción del látex líquido en los años 1930, preparó el terreno para que los condones tuvieran mayor resistencia a la tensión y una vida útil más larga. Los condones de látex no permiten el paso de moléculas de aire o agua las cuales son 1,000 veces más pequeñas que el VIH, por lo tanto si la goma de látex del condón es de buena calidad, el VIH no puede atravesar las paredes del preservativo. Más de 20 estudios realizados han demostrado que el látex que está intacto evita el paso de las partículas de VIH.
Los agujeros microscópicos de los preservativos pueden producirse como consecuencia de defectos de fabricación o, por otros daños que se deban al manejo indebido, como por ejemplo la exposición a la luz solar, humedad, contaminación, lubricantes a base de aceites, rotura al abrir el empaque, desenvolverlo sin cuidado.
La eficacia de los condones puede ser sumamente alta, brindando protección contra las infecciones de transmisión sexual y el VIH, si se usan en la forma correcta y constantemente. El error más frecuente es dejar de usar el condón, uso correcto y uso constante. El uso correcto implica que en toda relación sexual, un condón nuevo, será revisado antes de usarlo, para comprobar si el empaque está roto, pegado o desteñido, para así reemplazarlo por otro si es necesario. Es importante que cada vez que vaya a usar un condón compruebe que sea de látex o no esté vencido. Algunas personas son alérgicas al látex y sienten irritación o ardor al usarlo. Otras reacciones alérgicas se deben a los lubricantes, espermicidas, u otros materiales utilizados durante la fabricación.
El uso de lubricantes es opcional y muchos condones se venden ya lubricados. Se recomienda utilizar solamente los lubricados a base de agua. Con relación a que los condones con el espermicida Nonoxinol-9 (sustancia que destruye los espermatozoides) son más efectivos, puede decirse que los programas de planificación familiar han dependido de este espermicida durante 30 años, y se ha demostrado que protegen contra las infecciones por gonococos y la clamidia, pero no existen pruebas clínicas de que los condones con nonoxinol-9 u otros espermicidas sean más eficaces contra el VIH.
Los condones se fabrican en tamaños pequeños, medianos y grandes. En Panamá se vende comúnmente el mediano y dentro de este condón mediano, y sin romperse, cabe perfectamente el puño cerrado de una persona adulta. Tampoco es cierto que los condones reducen o no se siente el mismo placer sexual; puede ser muy erótico, si forma parte de los juegos amorosos antes y durante de la relación sexual. Existen mitos y dudas sobre los condones, pero ya está comprobado que un condón de látex de buena calidad es sumamente eficaz cuando se usa correctamente, desde el principio hasta el fin de cada relación sexual ofreciendo un alto porcentaje de seguridad convirtiéndose de esta manera, en barreras eficaces contra las infecciones de transmisión sexual y el VIH. |