El presidente palestino, Yasser Arafat, y el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, sometidos a presiones de Estados Unidos y Europa, alcanzaron ayer miércoles un acuerdo para consolidar la frágil tregua vigente desde hace nueve días.
El acuerdo, ultimado durante una reunión en el aeropuerto de Gaza, constituye la primera etapa de un proceso destinado a poner fin a la violencia que causó la Intifada, el 28 de septiembre pasado, dejando 822 muertos, y a reanudar las negociaciones.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, estimó que "la reunión de ayer y el acuerdo, son un primer paso importante hacia la restauración de la confianza y un cambio de la situación en el terreno". Un portavoz del emisario europeo en Medio Oriente, Miguel Angel Moratinos, hizo un primer balance "positivo" de la reunión Peres-Arafat.
El presidente estadounidense George W. Bush contaba con esta reunión, pues espera que una reanudación de las negociaciones israelo-palestinas le ayude a convencer a los países árabes moderados para que adhieran a la coalición antiterrorista que intenta formar tras los atentados del 11 de septiembre. |