Las lágrimas lavaban el rostro de una de las estudiantes del VII Grado L del Colegio Elena Chávez de Pinate, en el corregimiento de Juan Díaz.
La causa del sufrimiento de la adolescente era el sorpresivo fallecimiento de su compañera Marilupe Paola Pacheco, de 13 años, a manos de un delincuente que le disparó a mansalva en la cabeza.
El hecho de sangre se dio a la hora de la salida del colegio el miércoles, cuando la menor compraba un raspado antes de dirigirse con sus dos hermanos a su casa.
Pero ese regreso al hogar nunca se dio porque la niña se convirtió en una víctima más de la ola de violencia.
Por esa causa, profesores del plantel, autoridades del Ministerio de Educación, miembros de la Policía Nacional y diputados del área se reunieron ayer, jueves, en busca de una solución a la problemática de inseguridad que allí se vive.
El profesor Felipe Yanguez, vocero de los educadores del plantel, advirtió que son constantes los robos y otros actos violentos que se dan en los predios de la escuela, y a pesar de que reiteradamente han solicitado mayor vigilancia, la misma sólo se brinda por unos días y después las cosas siguen igual.
A MEDIA ASTA
Como señal de duelo, en el colegio se decretó jornada de duelo ayer, jueves, y hoy viernes, por lo que el pabellón nacional ondeó a media asta.
Se programó una cadena humana en los predios de la escuela exigiendo mayor seguridad, a tempranas horas del día.
La noche de ayer se realizaron operativos en Concepción y Ciudad Radial donde se presume que se esconden el menor y el adulto sospechosos de ser los autores del crimen.
Mientras todo eso ocurre, en la mente de los familiares y compañeros de Marilupe Paola quedarán los recuerdos de la niña alegre y estudiosa que fue otra mártir de los violentos en Panamá.