El rostro al borde del llanto denotaba que en el corazón de la abuela Eufemia se alojaba un gran dolor.
Clarissa Marbelis Urriola, su nieta, la que desde pequeña crió como a una hija, murió junto a su hijo en gestación en el incidente ocurrido en Villalobos, en el corregimiento de Pedregal, y en el que están involucrados cuatro unidades de la DIP de la Policía Nacional que abrieron fuego en contra del auto en el que viajaba con su esposo, Rafael Eusebio, y su cuñado Ariel Xavier Sáenz.
Clarissa cumplió 17 años el pasado 11 de septiembre, y estaba muy emocionada porque estaba en el sexto mes de gestación de su primer hijo.
Eufemia aclaró que no conocía bien a la pareja de su nieta, pero ella parecía contenta porque la trataba bien.
La fatídica tarde, Eufemia vio todo por televisión, pero nunca le pasó por la mente que se trataba de su nieta.
PERDIO A SU HIJA
Luis Urriola, padre de Clarissa, rindió declaración jurada ayer, jueves, ante la Fiscalía Tercera Superior.
La noche del 22 de septiembre habló por última vez con su única hija. La felicidad por el embarazo era inmensa y pensaba realizarle el "baby shower" en diciembre.
Aseguró que ella era feliz en su relación de pareja. Corroboró ante la Fiscalía que su hija tenía un collar de oro con un dije en una casa de empeño en Villalobos, Pedregal, lo cual coincide con la evidencia que se tiene custodiada.
Dijo que el esposo de su hija le confirmó que fueron a sacar el collar empeñado, y vio llegar a las unidades policiales con armas de grueso calibre, por lo que echó para atrás el carro para salir del estacionamiento del local, y al abrir la puerta los policías empezaron a soltar las balas.
Ayer se realizó una inspección ocular en el lugar del homicidio. Se analizan las pruebas de detección de pólvora a los que iban en el automóvil impactado y a los policías vinculados en el asesinato.