El director general corporativo del Barcelona, Joan Oliver i Fontanet, reconoció que en marzo puso en marcha una "auditoría de seguridad" para "proteger" a cuatro vicepresidentes del club, después de que uno de ellos, Joan Franquesa, tuviera indicios de que estaba siendo seguido.
Oliver compareció ante los medios de comunicación en el Camp Nou después de que El Periódico de Catalunya publicase ayer que cuatro de los cinco vicepresidentes del club (Joan Boix, Joan Franquesa, Rafael Yuste y Jaume Ferrer) habían sido espiados por la propia entidad.