La banda terrorista ETA reapareció ayer con la explosión de dos coches bomba en el País Vasco (norte de España), en respuesta a las nuevas medidas judiciales adoptadas esta semana contra su entorno político y social.
Los atentados, que causaron diez heridos leves, fueron cometidos contra las oficinas centrales de un grupo bancario en Vitoria (capital de la región del País Vasco) y contra un comisaría de la Ertzaintza, la policía regional, en la localidad de Ondarroa.
El primer vehículo bomba estalló hacia la medianoche sin causar heridos junto a la sede bancaria poco después de que así lo avisase una llamada en nombre de ETA, algo que no ocurrió en el caso de la explosión frente a la comisaría
Ambos coches estaban cargados con unos 100 kilos de explosivos, por lo que causaron grandes destrozos materiales.
Un agente de la Ertzaintza y una joven de 15 años son los dos únicos heridos por la explosión en Ondarroa que permanecen ingresados, informaron a Efe fuentes hospitalarias.
Los atentados fueron cometidos al final de una semana en la que el entorno político y social de ETA, grupo terrorista que ha asesinado a más de 850 personas desde 1968 en su búsqueda de un Estado vasco independiente, sufrió dos importantes golpes.
El martes, el Tribunal Supremo ilegalizó el partido Acción Nacionalista Vasca (ANV) por considerar que cedió sus candidaturas en los ayuntamientos del País Vasco a Batasuna, coalición ilegalizada en 2003 por ser considerada el brazo político de ETA.
AVISO
Una llamada telefónica, realizada en nombre de ETA a la Policía permitió acordonar la zona, en la que no hay viviendas. Los vigilantes del edificio pudieron ser desalojados y también se evacuó un restaurante cercano, por que se pudo evitar perdidas de vidas humanas.