Domingo 13 de sept. de 1998

 








 

 

 


Hugo Spadafora:el político, el médico, el guerrillero

Maritza Reyes Ortega
Crítica en Línea

 

VIL Y CRUELMENTE ASESINADO

Hace 13 años, los panameños fueron sorprendidos con la noticia del hallazgo de un cuerpo mutilado en la frontera que divide el territorio de Costa Rica y Panamá. Por la presentación macabra del cadáver, sin cabeza y con signos de haber sido torturado antes de morir, no se supo al momento que era el médico guerrillero Hugo Spadafora Franco.

Para quienes trataron al médico, al político y al guerrillero llevar a la memoria las escenas que guardan sus vivencias y de la batalla que se emprendió para castigar con la mano de la justicia a los supuestos verdugos, no es nada fácil, porque todavía se resiente el clamor de ¡Justicia!

Es comprensible. Y es que la historia escrita aquel 13 de septiembre de 1985 en un río conocido como La Quebrada El Roblito, retrae como si fuera ayer, el camino que condujo al médico chitreano hacia su propia muerte.

De este horrendo crimen culpan al ex general Manuel Antonio Noriega (como autor intelectual) y a otros colaboradores, que se encargaron de ejecutar a la víctima. Del primero fue enemigo acérrimo, desde que descubrió su complot contra el general Omar Torrijos, con quien mantuvo una estrecha amistad, aunque en un principio lo adversara.

Los que conocieron de la lucha de Spadafora, en denunciar a través de los medios de comunicación social y clubes cívicos el vínculo de Noriega con el tráfico de drogas, usando como puente a Panamá y de la corrupción de la fuerza armada, consideran que este accionar fue su sentencia de muerte.

Desde allí empezó la pesadilla con olor a muerte del guerrillero, hasta cuando fue detenido al cruzar la frontera desde Costa Rica, en un punto aduanal de Paso Canoa, a unos 375 kilómetros al este de Panamá y encontrado a los pocos días cubierto con una capucha, aparentemente de uso militar.

Y así fue, la última batalla que se trazó el guerrillero para librar a su país de las botas del militarismo y lo que él previó como el inicio de la pérdida de la libertad en su tierra natal.

¿QUIEN ERA HUGO SPADAFORA?

Un idealista soñador, comunista, nacionalista, hombre de armas, pacifista o un aventurero que expuso su vida por defender sus ideas.

Aunque bastante se ha hablado y escrito sobre Hugo Spadafora, muchos coinciden en señalar que en el fondo no era un hombre de armas, pero que asumió el compromiso de darle a sus creencias una acción que lo condujo a participar en movimientos libertarios tanto en Africa como en Centroamérica.

El Dr. Ricardo Velásquez, uno de los amigos más cercanos del médico, arguyó que se ha querido pintar la figura de Spadafora como un tipo violento, "el era un hombre pacifista, odiaba la guerra", reiteró. En estos términos también se refirió Carlos González de La Lastra, en un artículo de su autoría en el que indica que para Hugo, "la guerra librada en Africa más bien fue una experiencia como médico, que como un hombre de armas".

SU PREOCUPACION

Que su país quedara bajo el poder absoluto de Noriega, porque a su juicio, ningún panameño tendría seguridad personal.

En opinión del Dr. Velásquez, Spadafora temía por su vida desde la muerte de Torrijos y así lo hizo saber a varios de sus amigos, "sabía con certeza que él quería su cabeza".

Nos confió que en una ocasión Spadafora le pidió utilizar su nombre (Ricardo velásquez) por el parecido físico de ambos, para poder entrar y salir del país sin ser advertido por las Fuerzas de Defensa.

Sostiene que Spadafora fue un hombre muy confiado, pese a las amenazas que recibía del General. Nunca pensó que se podría atentar contra su persona. En una ocasión recuerda que le dijo "la misma oficialidad se encargará de Noriega, no hay que asesinarlo porque lo podríamos convertir en un líder latinoamericano". Meses después lo decapitaron a él.

Otro de los ideales de Hugo y que nos relatara una persona que laboró como asesor de él cuando fue ministro de salud (durante el régimen de Torrijos) fue su interés en consolidar a las dos fuerzas políticas el Arnulfismo y el PRD, para crear un movimiento unitario populista, para enfrentar las estructuras oligarcas y plutocráticas en Panamá.

EL POLITICO

Como político trabajó dentro del sistema (con Torrijos) porque creyó que era un vehículo para los cambios sociales y políticos, hasta que se convenció de la incapacidad burocrática del gobierno militar cuando Noriega tomó el mando.

El exlegislador Rigoberto Paredes ponderó que Hugo Spadafora, siendo un idealista y habiendo podido ocupar posiciones de jerarquía en este país, prefirió otras esferas; mientras que el también ex legislador Mario Rognoni lo calificó como uno de los hombres de mejor sentimiento hacia la humanidad y de desprendimiento, "él no tenía interés en bienes materiales, ni figuraciones políticas.

Nunca estuvo interesado en ocupar puestos públicos, su visión estaba dirigida hacia la justicia social, comenta Velásquez.

El profesor Milciades Ortiz, quien también conoció de las luchas del médico chitreano, aseguró que hasta lo último Hugo fue una persona leal a Torrijos.

Recuerda que una vez le dijo que tenía todas la cualidades para dirigir a la juventud panameña y que por qué no armaba un movimiento de juventudes para el futuro de este país y él respondió "nunca podría hacer nada que fuera contra el liderazgo de Omar--- y yo le contesté que "los revolucionarios no siguen a hombres sino a ideales" y él nuevamente replicó, "tú sabes mucho de revolución en teoría, pero yo he estado en dos revoluciones y he expuesto mi pellejo".

Más de una década ha pasado y todavía parecieran escucharse las voces de los familiares, amigos y el pueblo, clamando... ¡Justicia! Y es que el resultado del juicio que inició el 6 de julio de 1993 a los sindicados en este crimen, el cual finalizara el 6 de septiembre del mismo mes, con un veredicto condenatorio únicamente contra Noriega, "Muñecón" y "Bruce Lee"; el resto de los implicados fue absuelto por un jurado de conciencia. Pero queda una incognita ¿dónde está la cabeza de Spadafora?.

 

 

 

 

 




 

Es comprensible. Y es que la historia escrita aquel 13 de septiembre de 1985 en un río conocido como La Quebrada El Roblito, retrae como si fuera ayer, el camino que condujo al médico chitreano hacia su propia muerte.

 

PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICION DE HOY | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.