El pasado viernes 15 de septiembre concluyó la inscripción de grupos a favor y en contra de la ampliación del Canal de Panamá. La fanfarria, el relajo y la convocatoria de una amalgama de personalidades del mundo político atizaron esta etapa previa al referendo canalero.
La ciudad de Panamá está sobresaturada de propaganda electoral a favor del "SI". Cada parada, cada letrero comercial, cada esquina de la urbe istmeña tiene un cartel verde para "motivar" a los indecisos para acudir a las urnas el próximo 22 de octubre. Uno diría que todo ya está dicho y que el pueblo "está clarito".
Sin embargo, quedan suspicacias y dudas frente a la actitud de los ciudadanos que irán a votar a las elecciones.
Recientemente volvimos a efectuar un pequeño sondeo con algunos profesionales y periodistas de medios locales, quienes participaron en la muestra informal, no científica, realizada por dos semanas en el sitio web http://opinapanama.blogspot.com/
En nuestra página preguntamos lo siguiente: ¿Votará usted en el referendo para castigar al Gobierno? Las cifras fueron sorprendentes.
Un 53% dijeron que no votarán para castigar al Gobierno de turno (43 personas), mientras que 46% (37 personas) afirmaron que rechazarán a los que hoy detentan el poder en el Istmo. Un 1% (1 persona) votó abstención. Unas 80 personas votaron (hasta el 15 de septiembre).
Confiando en los resultados, si son ciertos, muchos incluso han dejado en evidencia que aprovecharán el momento del referéndum para evaluar al Gobierno de Martín Torrijos.
Expertos en Política y analistas nos han advertido que la población panameña tiende a ser hipócrita al afirmar con quien está en las elecciones o consultas públicas.
Sabiamente la Columna "Se Escucha por allí" del 12 de septiembre indicaba que una cosa salía en las encuestas cara a cara (como la de Dichter y Neira, que indica que el voto "SI" ganará por cancha) y otro resultado aparecía en simulacros de referéndum (en donde cobra enorme fuerza el voto "NO").
El panameño común y corriente ha madurado mucho desde los tiempos de la Dictadura Militar. Desde el policía que vigila las calles, el buhonero de Calidonia, el trabajador de El Chorrillo, el mecánico de Pedregal, el campesino del Interior o la ama de casa en Bella Vista, estos saben muy bien guardar su mejor secreto: su afinidad política.
Sea cual fuera el resultado oficial del referendo canalero del 22 de octubre, el mismo demostrará dos cosas.
Si el "SI" gana, será un aval al Gobierno de Torrijos y el PRD tiene chance para seguir gobernando, incluso después de 2009. Empero si gana el "NO", será el final abrupto de la gestión del actual mandatario y comenzará una lucha interna dentro del PRD para buscar aliados para las próximas Primarias, que definirán al candidato presidencial de 2009.
Por supuesto, la Oposición criolla tendrá cierta ventaja pues habrá que encontrar al líder que aglutinará a este frente dormido y hoy dividido en sus diferencias particulares.